Gracias;

domingo, 3 de octubre de 2010

Tinta y papel, guardianes de la eternidad.

La tinta es la carcelera del alma. La aprisiona bajo pesadas grafías impresas en áspero papel y no la deja escapar nunca. Por eso, cada letra que escriben estas manos contiene una cantidad ínfima de un alma que se ha ido perdiendo entre oscuras tinturas, pero sé que, alguien, tal vez no tú ni yo, leerá estas palabras, estas porciones de alma que seguirán intactas eternamente, y las recordará durante una fracción de tiempo indeterminado.

Ese tiempo, tan desconocido para nosotros como para nuestro querido lector, hará que el alma, mi alma en este caso, se vuelva enorme e invencible, atrapada entre el polvo de una vieja estantería.

2 comentarios:

  1. Gracias, me alegro de que te guste :)
    Necesitaba cambiar de aires. El otro se queda como un diario y en este subiré textos.

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